sábado, 16 de octubre de 2010

MALVINAS: RECHAZO AL REINO UNIDO

2a. Reunion -
1a. Sesion ORDINARIA
17/03/2010

sr. presidente fellner.- Queda acordada la preferencia solicitada.

rechazo a actitudes del reino unido de gran bretaña e irlanda del norte
AQUÍ ORDEN DEL DÍA 124

sr. presidente fellner.- En consideración.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. ATANASOF, ALFREDO NESTOR.- Señor presidente: tal como usted lo decía, todos esos proyectos han sido unificados en un único dictamen sobre un tema que sin duda es una verdadera cuestión de Estado.
Pensamos que es importante reafirmar algunos aspectos en esta reunión. En principio, por un lado esta declaración rechaza esta pretensión del Reino Unido y su avance con medidas unilaterales de explotación y de exploración de hidrocarburos, violando claramente resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité de Descolonización de dicho organismo.
En esta misma declaración instamos a una solución pacífica de esta controversia y a la continuidad de las negociaciones.
Debo decir que hubo total y absoluto consenso de todas las fuerzas políticas que integran la comisión en reforzar la estrategia diplomática y trabajar por el camino de la solución pacífica del conflicto, de acuerdo con los lineamientos que fueron establecidos por distintos organismos internacionales.
Por otro lado, y en relación directa con las manifestaciones de esos organismos, también en ellas se expresa la decisión de reafirmar los legítimos derechos de soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Esto lo hemos fundamentado en la disposición transitoria primera de la Constitución Nacional, en la ley de delimitación de espacios marítimos y en la 26.552, que fija los límites de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Inmediatamente que se tuvo conocimiento de la presencia de la plataforma petrolera en las islas Malvinas y de la respuesta a la nota de protesta de la República Argentina presentada al gobierno inglés, la totalidad de los proyectos que hemos considerado tomaron como una nueva provocación la actitud del Reino Unido y por eso hemos llevado adelante este repudio.

-- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Ricardo Alfonsín.


sr. ATANASOF, ALFREDO NESTOR.- Pensamos que estos actos del gobierno británico niegan de forma sistemática las resoluciones de Naciones Unidas, que exhortaron a ambas partes a reanudar las negociaciones sobre el tema de la soberanía.
Entonces, me parece que vale la pena recordar, para fortalecer el fundamento de esta declaración, que la Asamblea General de las Naciones Unidas instó a las partes a que se abstengan de adoptar decisiones que puedan comprometer el estado en que se encuentran las negociaciones a través de modificaciones unilaterales.
También hemos tenido en cuenta para llevar adelante esta iniciativa una serie de resoluciones que avalan claramente la posición de la República Argentina frente a este conflicto, que son el pronunciamiento del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, el de la Organización de los Estados Americanos, la resolución adoptada en la reunión del Mercosur del 1° de abril de 2008, la resolución de la ALADI de marzo del mismo año, la del Grupo de Río de marzo del 2008, la de la reunión de países sudamericanos y países árabes, del 20 y 21 de febrero de 2008, la de la Cumbre Iberoamericana de 2007, resolución sobre zona de paz y cooperación del Atlántico Sur de junio de 2007 y, finalmente, la resolución y declaración de la XXIII Cumbre de la Unidad, celebrada el 22 y 23 de febrero en Cancún.
Por esas consideraciones, en nombre de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, solicitamos la urgente y decidida aprobación de esta expresión de repudio y de fuerte reafirmación de la soberanía de la República Argentina sobre las islas Malvinas.


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra el señor diputado por San Juan.


sr. GODOY, RUPERTO EDUARDO.- Señor presidente: ratificando lo que ha planteado el señor presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, debo decir que cuando tomamos conocimiento de que se estaba desplazando una plataforma subterránea hacia el norte de las islas Malvinas, distintos diputados presentamos proyectos que iban en dirección a lo que planteaba la Cancillería en el sentido de efectuar una protesta, un reclamo y un rechazo a la actitud asumida por Reino Unido de Gran Bretaña.
Se constituyó la mencionada comisión y al otro día convocó a funcionarios de Cancillería, a fin de que los diputados pudieran informarse, preguntar y sacarse todas las dudas que tuvieran en relación con la actitud asumida por Reino Unido de Gran Bretaña.
Después de conciliar posiciones, presentamos un proyecto a los fines de que este Congreso se expresara de manera contundente, rechazando en primer término la autorización que había dado el Reino Unido de Gran Bretaña para la exploración y explotación de hidrocarburos en la zona norte de Malvinas y en la plataforma continental, que es ocupada de manera ilegítima por el Reino Unido de Gran Bretaña.
No se trata de una actitud unilateral más, sino de una sucesión de actos que muestran una coherencia total en la forma de proceder por parte de Reino Unido de Gran Bretaña.
Después del conflicto de 1982, la Argentina restableció relaciones comerciales, institucionales y diplomáticas. Fue así como planteó en 1995 la necesidad de avanzar en una declaración conjunta, a los fines de que pudiéramos cooperar y alentar inversiones para la exploración y explotación de gas y de petróleo.
Por ello, se firmó un entendimiento provisional bajo la salvaguarda de la soberanía, con el fin de poder cooperar y trabajar en esa zona en la exploración y explotación de hidrocarburos. Hubo muy buena fe de parte de la Argentina.
Seguramente, hubo sectores que cuestionaron esa decisión, pero existió la buena fe de cooperar y trabajar frente a indicios y posibilidades de que existiera gas y petróleo en esa zona.
Pero, rápidamente, el Reino Unido de Gran Bretaña asumió actitudes unilaterales. Primero, efectuando una interpretación particular de la extensión del territorio donde se iba a explorar y explotar hidrocarburos. Ellos entendían que eran sólo 22 kilómetros, pero la Argentina entendió que se trataba de 400. Es decir que se abarcaba territorio que estaba ocupado ilegítimamente por el Reino Unido de Gran Bretaña, donde estaba en disputa la soberanía.
Continuó avanzando el Reino Unido de Gran Bretaña
convocando a una ronda de licencias, teniendo la facultad de otorgarlas. Hubo dieciséis contratos y catorce licencias. Es decir que el Reino Unido de Gran Bretaña se manejó de forma absolutamente unilateral en este aspecto.
Es así como en 2007 dejó caer por decisión unilateral esa declaración conjunta que se estaba llevando adelante el Reino Unido de Gran Bretaña.
La Argentina ha tenido una vocación pacífica y de diálogo, por lo que está planteando el cumplimiento de dos resoluciones de Naciones Unidas. Una de ellas habla de la necesidad de que las partes comiencen a conversar y puedan restablecer una negociación para discutir un tema que el Reino Unido de Gran Bretaña quiere ocultar: el de la soberanía, cuestión que está reconocida por el derecho internacional luego de las mencionadas resoluciones de Naciones Unidas.
Existe otra que se ajusta perfectamente a lo que hoy está haciendo de manera ilegal e ilegítima el Reino Unido de Gran Bretaña, ya que se insta a las partes a abstenerse de realizar modificaciones unilaterales que puedan modificar situaciones, mientras tanto no se resuelva el tema de fondo que es el de la soberanía.
Frente a estas actitudes la Argentina también ha llevado acciones adelante. No ha estado de brazos cruzados. Puedo hablar de las notas de protesta presentadas al Reino Unido de la Gran Bretaña frente a las autorizaciones ilegales e ilegítimas, de las notas de desaliento a las empresas que hoy quieren explorar y explotar los hidrocarburos en la zona norte de las islas Malvinas y de las notas de desaliento para los países donde están radicadas dichas empresas.
En este Congreso hemos sancionado una ley para preservar los recursos marinos vivos teniendo autorización de las autoridades competentes, y hemos definido los límites de la provincia de Tierra del Fuego porque en ellos están comprendidas las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y todos los espacios marítimos circundantes.
Nuestro gobierno ha avanzado en medidas que tienen que ver con la preservación de los recursos no renovables frente a la posibilidad de explotación de terceros, a partir de una resolución muy clara de la Secretaría de Energía.
Hemos llevado adelante muchas gestiones. Por ejemplo, la presentación impecable que hizo la Argentina en la Comisión Nacional del Límite Exterior frente a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Nosotros pretendemos extender nuestra soberanía de 200 a 350 millas, donde están comprendidas las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
Nuestro país, a partir de su gobierno, ha tomado la cuestión Malvinas como una política de Estado. Se ha hecho presente en todos los foros internacionales. Hace pocos días, la señora presidenta viajó a la reunión celebrada en Cancún, a la que asistieron 32 presidentes de países de América Latina y el Caribe. Ella fue con todos los diputados y senadores de Tierra del Fuego, como una muestra de la actitud que tiene la Argentina de plantear su reclamo y rechazo permanentemente en todos los foros, reafirmando los derechos soberanos que tiene sobre estos territorios.
De esta manera, se emitieron dos documentos que fueron firmados y avalados por 32 jefes y jefas de Estado. En ellos se insta al Reino Unido de la Gran Bretaña a iniciar una negociación y a abstenerse de llevar a cabo actos unilaterales, todo de conformidad con lo que plantea la resolución de las Naciones Unidas.
Este apoyo de los países a la Argentina no surge por generación espontánea; se debe a la constancia y persistencia que ha tenido nuestro país al plantear este tema en los foros regionales e internacionales.
Por eso, señor presidente, queremos apoyar esta declaración, porque está avalada por todos los bloques y porque tiene que ver con el mandato que se nos impone en nuestra Constitución tendiente a recuperar nuestras islas a partir de la reafirmación de los derechos soberanos que tiene la Argentina sobre esos territorios, porque son parte de nuestra Nación. (Aplausos.)


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que comparte su tiempo con los diputados Morán e Iglesias.


sra. CARRIO, ELISA MARIA AVELINA.- Señor presidente: seré muy breve. Hace un mes hemos tomado una decisión en el seno de la Coalición Cívica tendiente a no discutir en esta oportunidad la política exterior de la Argentina en relación con las islas Malvinas, ni en el período de los noventa ni en el de la actual presidencia.
Creemos que es momento de acompañar de manera irrestricta las acciones que se están realizando desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Nuestro silencio no tiene que ver con complicidad. Sólo tiene que ver con que la cuestión es de una enorme gravedad. Es claro que desde los años setenta Inglaterra tiene una política en relación no a las islas sino al mar.
Nosotros vamos a apoyar la declaración conjunta. Si la Cámara me lo permite, voy a leer el texto del comunicado de prensa de la Coalición Cívica porque en esta materia hay que tener un enorme cuidado con cada palabra que se pronuncia a fin de que no pueda ser usada ni por Inglaterra ni por nadie en este tema.
Luego, dos diputados nacionales van a hablar unos pocos minutos sobre dos temas muy graves. Uno de ellos es la falta de explotación petrolera en la zona de conflicto, que prácticamente implica un consentimiento a todo lo que hizo Inglaterra con respecto a este tema.
Y el otro tema, algo más grave, es que hace un año y medio que la diputada Magdalena Odarda, de Río Negro, viene denunciando –incluso diputados de nuestro bloque han pedido informes a la señora ministra de Defensa, pero nunca salieron de la Comisión de Defensa Nacional la construcción y habilitación de un aeropuerto privado, en territorio de Río Negro y a dos horas de las islas Malvinas, de propiedad del señor Lewis.
Creo que es claro lo que veníamos diciendo en cuanto a que Inglaterra y los ingleses tienen un aeropuerto a dos horas de las islas Malvinas. A este tema, sobre el que venimos insistiendo desde hace mucho tiempo, se va a referir luego el señor diputado Juan Carlos Morán.
Ahora, si me permiten, paso a leer el comunicado de prensa de la Coalición Cívica. Dice así: “La Mesa Nacional de la Coalición Cívica comunica nuestro enérgico rechazo a la pretensión del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de autorizar a empresas comerciales la realización de operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en áreas de la plataforma continental argentina sujetas a la ocupación ilegal británica y a todas las acciones que de ella se deriven.
La iniciación de trabajos de perforación en aguas jurisdiccionales argentinas circundantes a las islas Malvinas por una plataforma petrolera contratada por una empresa británica que cuenta con una pretendida autorización de supuestas autoridades británicas, configura la materialización de un nuevo acto unilateral del Reino Unido, incompatible con dichas resoluciones: en particular, con la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que insta a las dos partes en la controversia a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las islas están atravesando el proceso indicado en las resoluciones 2065 y 3160 de la Asamblea General.
También, pone de manifiesto que “la defensa de la soberanía y de los intereses de la República Argentina ante la ocupación ilegal británica de los archipiélagos australes se enmarca en la disposición transitoria primera de la Constitución Nacional, que prescribe que la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, por medios pacíficos y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.
“En el contexto de esta política de Estado, el gobierno nacional deberá desarrollar las medidas prácticas y reglamentarias que le permitan responder adecuada y sostenidamente a los nuevos desafíos planteados por los avances británicos en el Atlántico Sur, instrumentando sus esfuerzos con un rigor profesional dotado de indudable sentido nacional y enmarcado en los bloques regionales que deberán respaldar nuestra posición ante la Unión Europea.
“Al propio tiempo, el gobierno nacional deberá realizar todas las acciones necesarias encaminadas a estrechar las relaciones bilaterales con los países de la región...” –que se está haciendo “...y con todos los demás países afines, con el objetivo, entre otros, de afianzar su respaldo a la pronta reanudación de las negociaciones sobre soberanía con vistas a la recuperación de nuestros archipiélagos australes”.
Finalmente, la Coalición Cívica denuncia la ausencia total de políticas de Estado de exploración y de explotación sustentable de esos recursos en la zona de conflicto. He concluido, señor presidente, y continuarán los señores diputados Morán e Iglesias.


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. MORAN, JUAN CARLOS.- Señor presidente: la presidenta de nuestro bloque ha planteado la postura política de acompañamiento a este proyecto donde se expresa el rechazo a la pretensión del Reino Unido a la mencionada exploración. Pero no podemos dejar de plantear dos cuestiones que son de política interna pero tienen una vinculación absoluta con el tema en tratamiento.
En primer lugar, quiero hacer mención a la cuestión de la falta de política de exploración de petróleo y la extensión y prórroga de concesiones a capitales ingleses en nuestra Patagonia. Particularmente, quiero hacer mías las palabras que el doctor Solari Yrigoyen planteaba en el documento: “Los petroleros ingleses no pueden ser enemigos en Malvinas y buenos muchachos en la Patagonia”.
Hago esta referencia porque los gobiernos de las provincias de Santa Cruz y Chubut han extendido la concesión, particularmente a Pan American Energy, primero hasta 2027 y luego hasta 2047, violando inclusive la ley de hidrocarburos.
Como todos sabemos, la empresa British Petroleum tiene una parte importante de acciones de esa empresa, cuyo socio es Bulgheroni, y tanta vinculación tiene este tema que en el balance fechado al 31 de diciembre de 2009 de British Petroleum expresa que casi el 6 por ciento de sus acciones corresponde a un fondo de inversión llamado Black Rock y que tiene participación en la empresa que finalmente va a Malvinas a explorar en la plataforma. Este no es un tema menor porque allí existe una clara vinculación.
También quiero mencionar la preocupación por la falta de control por parte del Estado nacional, como anteriormente mencionaba la diputada Carrió. Hace dos años, la diputada provincial mencionada y los diputados nacionales de la Coalición Cívica hemos planteado el envío de pedidos de informes, que lamentablemente ni siquiera fueron tratados en comisión. En ellos manifestábamos que en el paralelo 42, a menos de 1.500 metros de la costa, con dimensiones de un aeropuerto similar al internacional de San Carlos de Bariloche, el magnate inglés Lewis ha construido un aeropuerto.
No sólo planteamos una preocupación sino también la decisión de la Coalición Cívica que desde hace muchos años viene señalando la necesidad de una política de control y de límites imprescindible en cuanto a la extranjerización de la tierra. En el año 2002, la Federación Agraria y la doctora Carrió plantearon proyectos en ese sentido; también la diputada Susana García.
Lo cierto es que cuando planteamos legislar sobre este tema no lo hacemos solamente desde un punto de vista o de defensa de los recursos naturales.
Lo hacemos desde la importancia geopolítica que tiene esta cuestión para la soberanía de nuestro país.
Antes de terminar y pasarle la palabra al señor diputado Iglesias, quiero remarcar dos aspectos que muestran una clara contradicción en el gobierno kirchnerista. Por un lado, la desidia y la falta de control de este tipo de aeropuertos internacionales, como el que está en manos de un inglés y a dos horas de Malvinas.
En segundo lugar, remarco la hipocresía que existe entre el discurso nacionalista del gobierno –con el que a veces podemos coincidir- y la negociación del petróleo en la Patagonia con los mismos capitales ingleses que, directa o indirectamente, van a usufructuar de la plataforma de las islas Malvinas.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sr. IGLESIAS, FERNANDO ADOLFO.- Señor presidente: en primer lugar quiero hacer una breve reflexión sobre el tema de la soberanía.
La soberanía en el siglo XXI no puede responder a los mismos parámetros que eran habituales en el siglo XIX. La soberanía ya no es plantar una bandera e incluir un territorio en el mapa. En un concepto moderno deben tenerse en cuenta la ausencia de una política demográfica, de recursos naturales y de una política energética.
No me voy a detener demasiado en este punto por los motivos que ha anunciado la doctora Carrió, pero la triste realidad es que la Patagonia está vacía y hablar de una ausencia de política demográfica es ser muy indulgentes en la crítica.
La acumulación de pobres e indigentes en las periferias de las grandes ciudades del país y la Patagonia vacía son las caras de una misma moneda. Pensar que esto forma parte de la ausencia de una política demográfica y no de parte de un programa de clientelismo político es una concesión que hacemos provisoriamente al gobierno.
Está bien rescatar el concepto de soberanía, pero sería mejor si lo vinculáramos con una política demográfica de ocupación de todo el territorio del país.
También quiero llamar la atención sobre el tema de los recursos naturales, ya que actualmente están siendo extraídos de las cuencas mineras en base a una legislación de la siempre criticada década del 90. Como consecuencia de esa legislación que está vigente, de los recursos naturales que se extraen sólo una pequeña proporción queda en el país.
También quiero llamar la atención sobre la ausencia de una política energética, porque nos ocupamos de la plataforma del extenso mar argentino sólo después de que Inglaterra envía una plataforma de exploración petrolera desde el otro extremo del mundo, lo que demuestra la ausencia de una política de Estado con respecto al sector energético.
Por lo tanto, el tema de la soberanía se inicia necesariamente con el rechazo de una potencia extra continental en Malvinas, pero no se termina allí, ya que requiere una política de Estado en materia demográfica y de recursos naturales y energéticos.
Quiero cerrar mi discurso pensando no sólo en el pasado, sino también en el futuro, y el futuro es la Antártida. El tema de Malvinas esconde la cuestión de la Antártida y la explotación de sus recursos. El Tratado Antártico se vence en 2048, y ya hay potencias, como la Unión Soviética, que han plantado banderas y anunciado su voluntad de explotar esos recursos.
Por lo tanto, los temas de la Antártida y de las Malvinas están estrechamente ligados. Si bien no he coincidido con muchas de las apreciaciones de mi amigo y colega, el señor diputado Godoy, ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, quiero rescatar una de las mejores iniciativas que ha tenido la Cámara en estos dos años.
Me refiero a la presencia de diputados argentinos y chilenos en una reunión conjunta en la Antártida, donde se fijaron dos criterios básicos. En primer lugar, el rechazo de la presencia de una potencia extracontinental en la zona. En segundo término, la postergación de la discusión del tema de la soberanía y de las disputas entre Chile y la Argentina en relación con la Antártida.
Pareciera que falta bastante para 2048, pero con la aceleración del tiempo que experimenta la sociedad sociedad global, en realidad, el tiempo no es demasiado. La pregunta es qué vamos a hacer con la Antártida. ¿La vamos a poner en el mapa mientras los chilenos, brasileros y británicos también la ponen en sus mapas y enseñan que la Antártida es chilena, brasilera o inglesa? ¿Tendremos una política activa con respecto a la Antártida?
Me parece que la presencia de diputados chilenos y argentinos y el acuerdo de postergar la discusión debe profundizarse con una propuesta. Creo que debemos explorar la posibilidad no sólo de postergar la discusión con respecto a la Antártida por determinado tiempo, sino que esto debe hacerse indefinidamente. Dado que nos estamos ocupando de la integración regional en el continente, debemos pensar en términos de una autoridad conjunta argentino-chilena en la Antártida. Me parece que esta posibilidad merece al menos ser considerada.
Esta presencia simultánea de la Argentina y Chile marca lo que debería ser una política activa presente para las Malvinas y para la Antártida, que es la integración regional. La soberanía nacional no se puede discutir en el siglo XXI a partir de una noción decimonónica, nacionalista y aislacionista, sino a partir de la integración regional. Sin integración regional, sin grandes países de la región que nos apoyen en la reivindicación básica de que ninguna potencia extracontinental debe tener territorios en Sudamérica, va a ser muy difícil que podamos avanzar más allá de hacer mapas, colocar banderitas y quejarnos en los foros de la ONU, sin que nada de esto se manifieste efectivamente en una soberanía sobre un territorio.
La unidad del bloque regional, del Mercosur pero en particular del UNASUR, que en materia de defensa tiene un contenido muy fuerte respecto del rechazo de la presencia extracontinental, debería ser la clave primera de una política activa para las Malvinas y, en el futuro, para la Antártida. Digo esto porque nos permite aliarnos a muchos actores regionales –me refiero claramente a Brasil- que tienen un interés directo en que no haya una presencia británica y, sobre todo, una presencia militar cercana a las costas de Sudamérica.
Me parece que ésta debería ser la prioridad de la política con respecto a Malvinas y tendría que incluir estos dos ejes: políticas de Estado a nivel nacional en materia demográfica y de recursos naturales y energética en el corto y mediano plazo y, en el más largo plazo, una política de integración regional que incluya la discusión “bloque a bloque” de los temas que tienen que ver con los últimos vestigios de una presencia colonial en las tierras y mares del Sur, que todo el bloque regional rechaza.
Es responsabilidad de la Argentina y de su gobierno hacer que las declamaciones sobre la soberanía se transformen en políticas de integración regional activas.


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. KUNKEL, CARLOS MIGUEL.- Señor presidente: por supuesto que nuestro bloque, como ya se ha manifestado, adhiere al proyecto en consideración.
Me voy a permitir hacer una breve referencia al marco histórico que desde el surgimiento de la nacionalidad rioplatense, a partir del momento de la decadencia del imperio español, fue signando y marcando la toma de conciencia de una cultura propia frente a la agresión que venimos sufriendo por parte de la corona inglesa desde 1806. Y digo “corona inglesa” porque es un eufemismo hablar de Reino Unido o de Gran Bretaña. Los ingleses no sólo nos agreden a los pueblos de la periferia sino también a los galeses, irlandeses y escoceses. La corona inglesa tiene, desde mi modesto punto de vista, una larga tradición de apropiarse del fruto del esfuerzo y del trabajo de otras naciones y pueblos. Sus museos están llenos de obras de arte robadas a distintas culturas del mundo y hasta de cadáveres.
Nosotros, felizmente, tenemos una tradición cultural distinta y, si bien no es este el momento de profundizar sobre el tema, debemos tener en cuenta que la agresión inglesa a nuestro pueblo comenzó en 1806, continuó en 1807, se prolongó en los bloqueos de 1838, 1844 y 1845, y en más de una oportunidad en numerosas intervenciones sobre nuestras propias decisiones políticas internas.
La ocupación de las Malvinas fue debidamente reclamada y rechazada por el gobierno de la Confederación Argentina a partir de que se conoció, en 1834 o 1835, cuando llegaron las noticias a Buenos Aires.
La reivindicación de nuestros derechos ha sido constante a través de la historia, a veces con más y otras con menos énfasis. Coincido con los señores diputados que han manifestado que deberíamos considerar globalmente las cuestiones de interés nacional, porque no se puede ser amigo para hacer negocios en la Argentina y, al mismo tiempo, estar usurpando parte de nuestro territorio. Nuestro espíritu en esta instancia no es utilizar este tema para cuestiones de política interna. Creo que es preferible concentrarnos en aquellos aspectos que claramente nos unen a todos los argentinos, que podemos defender y reivindicar de cara a nuestra sociedad. Con esa intención me voy a permitir una reflexión, pero con toda sinceridad, sin ánimo de ser ofensivo, y mucho menos hacia ninguno de los colegas diputados.
Personalmente, pienso que la delegación de diputados que visitó el Parlamento inglés sufrió una emboscada. Fueron invitados y mientras estaban recorriendo el Parlamento inglés –algo válido, legítimo y no cuestionable- la corona inglesa estaba tomando decisiones que avanzaban sobre nuestra soberanía. Ante este hecho yo puedo tener dos actitudes. Una de ellas sería generar agitación con este tema, pero no es la intención. Lo que quiero pedir a todos es que en esta cuestión tengamos el cuidado, la reflexión, la meticulosidad y la debida relación con nuestra Cancillería para no ser víctimas de situaciones que yo calificaría de emboscadas.
Los colegas recibieron las invitaciones y tuvieron oportunidad de ver el funcionamiento del Parlamento inglés. Lo hemos visto como noticia y me parece que es una actividad perfectamente válida y legítima, pero no creo que les hayan informado de las decisiones que simultáneamente estaban tomando.
En aras de poner esto en el cauce de la mayor institucionalidad, pido a los colegas que, en el futuro, tratemos de evitar este tipo de situaciones en las que podamos participar de actividades en foros internacionales o en ciertos países, si no tenemos información suficiente, pues errónea e incorrectamente podríamos ser mostrados como partícipes de ciertos hechos, lo que seguramente los colegas, en el caso que mencioné, no querían.
Esta es la reflexión que quería hacer, eludiendo cualquier actitud de chicana o de pretender utilizar maliciosamente este episodio. No creo que haya sido un error, porque los colegas no podían saber lo que harían los ingleses. Solo advierto que debemos tener una mirada muy delicada ante posibles situaciones complicadas de política internacional. Formulo esta reflexión con el mayor respeto hacia los colegas que participaron de ese viaje.


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sr. CORTINA, ROY.- Señor presidente: lo felicito porque es la primera vez que ocupa la Presidencia en su condición de vicepresidente 1º del cuerpo.
Fueron muchos los avatares del funcionamiento del Congreso de la Nación y las distintas vicisitudes de estos últimos meses. Sin embargo, por esas paradojas que tiene la vida parlamentaria, en esta sesión donde seguramente discutiremos los DNU y las reservas, tema que nos divide y en el que existen muchísimos puntos de vista diametralmente opuestos, estamos tratando en primer término un tema que nos une a todos.
Pienso que frente a tanta confrontación -que los socialistas siempre esperamos que sea de ideas- es bueno que haya temas en los que coincidimos. De eso se trata la democracia: confrontación de ideas e intereses, pero también coincidencias alrededor de grandes causas nacionales, y la de las islas Malvinas es una causa nacional, una de las más importantes que tienen las argentinas y los argentinos.
Desde el bloque hemos respaldado y respaldamos el accionar conjunto y consensuado que han tenido prácticamente todas las bancadas en el dictamen de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, que relataba el señor presidente de dicha comisión, diputado Atanasof.
Estamos frente a un nuevo acto unilateral del Reino Unido de Gran Bretaña que profundiza la larga historia de usurpación de una parte de nuestro territorio nacional. Territorio nacional especial, porque nos recuerda a los argentinos y argentinas y a los hermanos de Latinoamérica, que sigue existiendo una lacra que viene desde lo profundo de la historia y que no ha desaparecido, que es el colonialismo y el imperialismo en el mundo.
Es un territorio especial para las argentinas y argentinos porque allí, en el frío y en la soledad, acompañados por todo el pueblo argentino y llevados al desastre por una dictadura genocida, dieron su vida cientos de jóvenes.
Por eso es que esta Honorable Cámara debe rechazar de manera contundente la pretensión de Gran Bretaña de avanzar en la exploración y explotación de hidrocarburos en nuestra plataforma continental.
Los socialistas queremos destacar la trascendencia que tuvo para la posición argentina el respaldo de los treinta y dos países de América Latina reunidos en la cumbre realizada en Cancún, México. Dicho respaldo regionalizó el reclamo y mostró la unidad de nuestro continente. De todos modos, los socialistas sentimos preocupación por el rol asumido por las Naciones Unidas.
Queremos hacernos eco de todas las manifestaciones del presidente de Brasil, Lula da Silva, en cuanto a cómo es posible que los británicos no cumplan con una resolución de la ONU cuando desde fines de la Segunda Guerra Mundial ocupan uno de los sillones permanentes del Consejo de Seguridad. ¿No se socava la autoridad de un organismo como la ONU cuando un país que integra su Consejo de Seguridad no acata sus decisiones?
Estas son las reflexiones que vale la pena discutir en materia de política internacional en este nuevo siglo.
Sabemos que la diplomacia británica, para quitar entidad a los reclamos de nuestro país sobre las islas Malvinas, muchas veces alega la identificación de nuestros reclamos con intereses electorales de turno. Por ello es necesario e importante que descontaminemos este debate de las vicisitudes y crispaciones del momento en la política de nuestro país y -aun respetando y reconociendo la existencia de diversos puntos de vista- hagamos un esfuerzo para no enturbiar este tema tan sensible para los argentinos.
En este mundo tan especial en el que vivimos necesitamos alimentar permanentemente y cuidar el recuerdo de estas causas nacionales, porque son justas. Es voluntad política de todos traducir esta causa en políticas de Estado que permitirán eludir, incluso, incongruencias y paradojas de la globalización, como por ejemplo que uno de los bancos que financian la extracción del petróleo en Malvinas sea uno de los encargados del canje de la deuda. Estas paradojas hay que recordárselas siempre a cualquier gobierno nacional, al actual y a los que vengan en el futuro.
A lo largo de nuestra historia los socialistas hemos considerado a las Malvinas como una gran causa nacional y colaborado para mantener, en la medida de nuestras posibilidades, este recuerdo y la persistencia en el tiempo del reclamo de nuestro país por estas queridas islas.
Tan así ha sido que fue Palacios quien trajo a este Congreso por primera vez la cuestión de Malvinas. Fue gracias a su libro, uno de los primeros de historiografía de Malvinas en nuestro país, que se prohibió imprimir en la Argentina mapas en los que no figuraran las islas como pertenecientes al territorio nacional.
Se puede decir que con Palacios, Malvinas –que hasta la década del 30 había sido una preocupación de la diplomacia Argentina comenzó a ser una preocupación y a instalarse en el corazón de todas las argentinas y de todos los argentinos.
Para finalizar, voy a citar a otro gran socialista, Guillermo Estévez Boero, que también fue un defensor inclaudicable del derecho soberano de la Argentina sobre las islas. Voy a leer seis renglones de lo que él nos decía en la Convención Constituyente de 1994: “Aquella batalla del 2 de abril de 1982 la ganaron los imperios. El tiempo dirá si el fallo definitivo mantendrá a esos imperios en la tierra que no les pertenece...” Y continúa: “...como lo merece la memoria de nuestros soldados muertos, como lo merecen los padres y los familiares de los caídos, como lo merecen los mutilados, los afectados psíquicamente; como lo merecen los argentinos que sumaron sin pedir nada a cambio en aquella causa de Malvinas, aun cuando debían afrontar tiempos difíciles, como lo merece América Latina, pongamos manos a la obra que las causas justas siempre triunfan.”


sr. presidente alfonsín.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. BASTEIRO, SERGIO ARIEL.- Señor presidente: el bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario quiere solicitar a la comisión que incorpore como antecedente el proyecto del diputado Martín Sabbatella expediente 0527-d-2010, que este bloque firmó en su totalidad, y se tenga en consideración para ser incorporado al dictamen de la comisión, al cual obviamente apoyamos. También nos sumamos a las expresiones vertidas por el señor miembro informante de la comisión y por algunos diputados que me antecedieron en el uso de la palabra.
Obviamente la situación de las Malvinas no es un hecho más en la soberanía de nuestro pueblo, de nuestra Argentina; no se trata de un diferendo limítrofe más. Aquí hay un muy viejo reclamo argentino de 167 años, desde la usurpación de nuestro territorio por parte del Reino Unido de Gran Bretaña, que hace ya mucho tiempo ha generado esta actitud permanente en nuestro país de defender ese pedazo de tierra que nos pertenece, junto con las islas Sandwich del Sur y Orcadas del Sur y todos los territorios de ultramar.

-- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Eduardo Alfredo Fellner.


sr. BASTEIRO, SERGIO ARIEL.- Este mismo Congreso, como dijeron algunos señores diputados, reconoce y expone ese territorio como parte integrante de la provincia de Tierra del Fuego, por lo cual es propio.
A partir de este reclamo histórico que tiene nuestro país en todos los organismos internacionales, en la OEA, en la ONU, con resoluciones prácticamente anuales, apoyadas casi en su totalidad, este derecho y este reclamo cada vez son más fuertes, más contundentes, logrando en los últimos tiempos la adhesión de muchos países angloparlantes de la propia América, Latinoamérica o Caribe, que también se han sumado.
En los últimos tiempos, en estos últimos meses, este reclamo que se viene haciendo ha tomado nuevamente envergadura y actualidad a partir de la decisión del Reino Unido de comenzar la explotación y exploración en la plataforma continental argentina al norte de la isla Gran Malvina, donde empresas británicas han comenzado a desarrollar este tipo de trabajos, lo cual obviamente ha generado el repudio de todos y cada uno de los bloques que han presentado proyectos.
A los fundamentos que se han expuesto a lo largo de este debate queremos sumar la especificación y aclaración de que también consideramos lógico y oportuno el decreto del Poder Ejecutivo 256/2010, del 16 de febrero, donde plantea que, en virtud de la situación descripta, violatoria de las resoluciones y compromisos de cooperación asumidos por ambas partes, la Presidencia de la Nación dicta y establece un decreto en virtud del cual todo buque que se proponga transitar por puertos ubicados entre el territorio continental argentino y las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur deberá solicitar una autorización previa.
Consideramos que es una medida mínima que, por lo menos, provocará dificultad a esta tarea de exploración y explotación que estas empresas petroleras han comenzado en nuestro mar. Consideramos y entendemos que se podría llegar a endurecer la propuesta implementando también en el tráfico aéreo sobre nuestro territorio cierta limitación y control a todo vuelo que vaya hacia las islas porque, obviamente, a través de este medio de transporte se puede llegar a sortear o esquivar esta imposición que el decreto presidencial impone a los buques que salgan de puertos argentinos.
Desde nuestro bloque queremos también plantear que el sentimiento que provoca en todos los argentinos la reivindicación de soberanía sobre nuestro territorio se vincula con que todavía está fresco el recuerdo de los 649 soldados muertos que provocó el conflicto del Atlántico Sur en el año 1982.
De antemano creíamos que este Parlamento iba a fijar una postura uniforme con respecto al repudio que se hace a la actividad del Reino de Gran Bretaña. Sorprende que algunos bloques hayan impuesto objeciones a una política que, más allá de claroscuros o matices sobre los cuales podemos discutir, tendría que ser política de Estado. Frente a un hecho como éste es imprescindible que en este Parlamento la unidad de criterio y de acciones de todos los legisladores sea absoluta.
No creemos oportuno mostrar diferencias al respecto cuando se habla específicamente del tema Malvinas. Estoy convencido de que no hay un Parlamento británico que adopte la actitud de generar críticas a determinadas acciones. Tampoco creo que, más allá de la hermandad que nos unifica con Chile, se reivindiquen criterios de política sobre territorios como el de la Antártida, que incluso pueden llegar a generar un diferendo en el futuro.
Para que todos y cada uno de nosotros sigamos con en esta práctica de agudizar y sumar esfuerzos, este Parlamento debería tomar una decisión uniforme y no debería haber voces críticas cuando hablemos del tema Malvinas por el recuerdo de esos 649 muertos y por el reclamo histórico que nuestro país hace sobre ese territorio, tomando en cuenta la decisión de los países de la UNASUR, cuando treinta y tres presidentes de Latinoamérica y del Caribe manifestaron su apoyo al reclamo argentino, cuando mediante diarios ingleses se conoció la decisión del gobierno británico de enviar esa plataforma petrolera a nuestro mar. Por los motivos expuestos, adherimos al proyecto de la comisión.
Parafraseando al Martín Fierro, entendemos que si entre hermanos nos peleamos, nos van a devorar los de afuera. Por todo lo dicho, creo que estamos a tiempo de evitar esa situación.


sr. presidente fellner.- La Presidencia entiende que la propuesta formulada por el señor diputado preopinante de anexar como antecedente el proyecto, por él mencionado lo decidirá la Cámara antes de votar el proyecto en consideración.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.


sra. STOLBIZER, MARGARITA ROSA.- Señor presidente: por supuesto que nuestro bloque adhiere al planteo formulado por el señor presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Además, se trata de un despacho que hemos suscripto.
Muy brevemente queremos hacer una consideración sobre cuál debería ser la política o la lectura de la situación, en función de encontrar también uniformidad en torno a los intereses a tener en cuenta.
La propia resolución a la que se refiere el despacho de la comisión habla claramente de la disposición transitoria primera de nuestra Constitución Nacional, que dice: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.
“La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.”
Lo que queremos agregar a los planteos efectuados es que la política en torno de las Malvinas debe ser tal que nos posibilite salir del conflicto caminando hacia la cooperación. La cooperación debe estar vinculada, sobre todo, a ese último párrafo de la disposición transitoria.
Entendemos que es necesario sostener mecanismos de negociación permanentes –de negociación en el terreno diplomático-, pero que, por sobre todas las cosas, tengan en cuenta el interés no sólo de los países sino, fundamentalmente, de las personas.
Los derechos y los intereses de los habitantes del continente y de las islas son para nosotros lo que debe constituir el interés prioritario en esa cooperación o negociación.
La política exterior no puede consistir en un choque permanente. Ni en este ni en otros temas.
Esta Cámara debe hacerse cargo no solamente de la proclama que estamos efectuando en este momento, sino de muchas otras medidas con las que estamos en deuda, como es la ampliación del reconocimiento de la condición de ex combatientes para muchos de aquellos que no cuentan todavía con el beneficio de haber sido siquiera contemplados dentro de la legislación.
Es importante que nos miremos fundamentalmente desde la memoria de todos aquellos que hoy han formado parte de nuestra invocación en los discursos. Pero también debemos hacerlo trabajando en favor de una Argentina en plenitud para honrar la vida que dieron tantos, teniendo en cuenta y no olvidando que muchos de los que dieron sus vidas en el conflicto por las islas Malvinas eran hijos de la pobreza y que también hoy los hijos de esos que dieron su vida siguen siendo víctimas de la misma situación de pobreza.
Por eso, creemos que, ante todo y por sobre cualquier conflicto irracional en el que se juegue la disputa del poder de los Estados, hay que tener siempre en mira, y por sobre cualquier otro tipo de interés, a las personas. (Aplausos.)


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra la señora diputada por Tierra del Fuego.


sra. CALCHAQUI, MARIEL.- Señor presidente: a 200 años de los procesos independentistas latinoamericanos observamos nuevamente las ambiciones imperiales en clave de neocolonialismo.
Le toca a la Argentina desafiar esta avanzada neocolonialista, como lo entiende desde mi punto de vista también la región, tal como lo manifestó hace poco el Grupo de Río. No se trata solamente de una amenaza a la Argentina sino que constituye una amenaza latente para la región.
Hay muchas cosas que se dijeron en este recinto con las cuales acuerdo, y creo que esto tiene que ver con lo que dijo el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. También fue muy satisfactoria la exposición del vicepresidente de dicha comisión, el compañero Godoy.
Creo que hay un acuerdo consensuado de todos los integrantes de esa comisión que expresa la voluntad de este recinto en el sentido de que debemos tener una voz y una política únicas en materia de relaciones exteriores en lo que hace al conflicto con Gran Bretaña.
A pesar de eso observo que el tema sirve igualmente para dejar planteadas algunas suspicacias y mensajes cargados no sé con qué intenciones. Seguramente, no es nada bueno para los argentinos, porque la causa Malvinas es de todos. Reitero que es una causa de la región y también de otros países que sí ven la avanzada neocolonialista de Gran Bretaña, lamentablemente refrendada de alguna manera por el Tratado de Lisboa, que también discutíamos, porque en él los británicos consideran como propios territorios extracontinentales. En este sentido, respecto de las islas Malvinas se ha pedido un refuerzo armamentístico para sus bases.
Ante todo este acontecer se dejan entrever suspicacias en este mismo recinto hablando, por ejemplo, de falta de políticas activas por parte del gobierno nacional. También se hace referencia al término “complicidad”. La verdad es que éstas son palabras cargadas de valores y de juicios que después son difíciles de borrar y que no ayudan demasiado para avanzar en materia de relaciones exteriores si todavía sentimos que, a pesar de las acciones del gobierno nacional, sigue habiendo situaciones de complicidad o falta de estrategias completas.
Entonces, tengo que hacer memoria y repasar. Las islas Malvinas hoy son parte de la provincia de Tierra del Fuego gracias a que hubo una acción concreta de la Cancillería avalando un proyecto de legisladores de esta Cámara tendiente a integrarlas definitivamente al territorio nacional.
Recuerdo que en la década del ochenta, con otras autoridades, con otros embajadores, con otros responsables de la política exterior, con otro gobierno, habiendo proyectos oficiales, habiendo proyectos de la Cámara de Senadores, las islas Malvinas tenían que dejar de ser parte de Tierra del Fuego, o por lo menos no ser incorporadas a esos últimos territorios a provincializarse porque, en primer lugar, teníamos que recuperarlas o ejercer poder jurisdiccional sobre ellas.
Hubo bibliotecas de un lado y del otro. En la década del ochenta las islas Malvinas no pudieron ser provincializadas ni incorporadas al territorio ahora provincial. Eso ocasionó el veto en los años noventa: el tema de la jurisdicción tendiente a determinar a quién podían pertenecer las islas Malvinas llevó al veto.
Asimismo, en íntima relación con la política exterior de la época, las islas Malvinas no pertenecían al territorio de Tierra del Fuego. Hoy, sí. Esta es una política activa. La decisión del gobierno nacional fue de apoyar y avalar que las islas Malvinas se incorporaran a la provincia de Tierra del Fuego, última ley sobre el tema aprobada por esta Cámara.
Otra acción de política activa es que hace poco la señora presidenta de la Nación firmó un decreto para impedir que aquellos buques que asistieran a la plataforma petrolera Ocean Guardian pudieran salir de nuestras costas.
Otra política activa es que nuestro presupuesto prevé –si no me equivoco; y si es así, pido disculpas una partida de casi cien millones de pesos de inversión para el polo logístico estratégico de la provincia de Tierra del Fuego, que es la puerta de entrada a la Antártida y que nos sirve mucho para la defensa nacional, porque allí se va a construir un puerto de asistencia a buques ya que es un lugar estratégico para la defensa nacional y así se pondrá a resguardo de nuestros intereses sobre el territorio. ¿Eso no es política activa, no es decisión?
Por otro lado, dentro de poco la Dirección Nacional del Antártico se va a mudar a nuestra provincia para trabajar en las cuestiones científicas y en todo lo que hace a la región. ¿Esto no es política activa?
Creo que hay muchísimas acciones que este gobierno nacional ha llevado adelante en relación con la provincia de Tierra del Fuego con este concepto de política geoestratégica y que tiene que ver con la defensa de los intereses de Malvinas y de su soberanía.
¿No es política activa haber elaborado, en base a las presentaciones que hace muy poco realizó la señora presidenta de la Nación ante el Grupo Río, la proclama de toda la región en defensa de los intereses de nuestros derechos soberanos sobre Malvinas?
Entonces, ¿dónde está la complicidad? ¿De qué complicidad le hablamos a los argentinos? Parece que es más fácil que nos pongamos de acuerdo con otros que con nosotros mismos en materia de relaciones exteriores y de defensa de nuestra soberanía.
Seguramente, me estoy olvidando de un montón de acciones que se llevaron a cabo sobre este tema. Otra muy importante fue la que voy a comentar. Más allá de que nos decían que no íbamos a llegar a término con el reclamo de las 250 o 300 millas marítimas de jurisdicción que reclamábamos, se hizo la presentación ante la Convemar, pese a que decían que no teníamos los recursos, que no teníamos el “Irízar”, que no teníamos buques y demás. A pesar de todo eso, se hizo la presentación y llegamos a tiempo. Y eso lo hizo este gobierno.
Pregunto: ¿alguna vez podremos refrendar lo que hoy se ha presentado como un manifiesto de todos los presentes, por la pluralidad de voces que integran esta Cámara, sin ningún tipo de suspicacias? ¿En algún momento podremos lograr que los argentinos y nuestra sociedad sientan que nosotros estamos de acuerdo y decididos a defender los intereses de la patria? (Aplausos.)


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra la señora diputada por el Chaco.


sra. MENDOZA, SANDRA MARCELA.- Señor presidente: he estado escuchando todos los discursos. Creo que los que somos de la generación del 80 no nos vamos a olvidar la barbaridad que ha cometido un alcohólico y la junta militar que lo acompañaba. Si bien acepto todas las ideas, en este aspecto soy antidictadura.
Todos sabemos lo que ocurrió en el tema Malvinas: además del genocidio de los años de la dictadura, la locura de un hombre nos condujo a un conflicto, que permitió –lamentablemente, a través de muchos muertos que todos los argentinos quisiéramos y defendiéramos la vuelta de la democracia.
He escuchado aquí algunas cosas de las que disiento. Esta diputada del Chaco lucha por la democracia, pero me parece terrorífico más allá de que es bueno que tengamos memoria seguir recordando políticas de 1800 o discutir si la llevó a cabo un partido u otro. Lo cierto es que en este momento está gobernando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien fue votada democráticamente.
Todos sabemos –no nos hagamos los tontos y nadie va a inventar nada que lo que prima en política exterior, en las relaciones modernas, son las negociaciones y los acuerdos. Todos los que estamos acá, aunque representemos diferentes corrientes políticas, luchamos porque las Malvinas son argentinas. Reclamamos y seguiremos reclamando, pero sin olvidar nunca que no hay una política que sea de un gobierno o de otro gobierno; la política exterior se basa en las negociaciones y en plantear quejas ante organismos internacionales.
Los justicialistas, el Movimiento Nacional Justicialista, jamás claudicó en la estrategia política, no sólo desde el punto de vista del deber nacional sino del nacionalismo, de proteger a nuestra República Argentina. El justicialismo fue el que más luchó contra la dictadura y el que más muertos lleva en sus espaldas.
No inventemos cosas que hay que rever o que hay que hacer. Cuando lleguemos al 2011 el pueblo argentino definirá democráticamente qué presidente o presidenta quiere, mientras tanto, tenemos que colaborar y adherirnos en un apoyo contundente de todos los argentinos en contra de la explotación que desde hace muchos años viene haciendo Inglaterra.
Por otro lado, quiero responder a una mención que se hizo aquí. Los justicialistas, el Movimiento Nacional Justicialista, viene pregonando y luchando por la equidad y la igualdad que algún día se darán de las pensiones para aquellos combatientes que estuvieron en el continente. Al respecto, existen muchos proyectos. Me parece importante que estemos todos de acuerdo, y para eso hay que ser razonables. El otorgamiento de pensiones a los ex combatientes es una lucha de esta diputada desde hace muchos años, pero hay que ver de dónde se obtiene el financiamiento para que sean otorgadas en un pie de igualdad.
Quiero explicarles, desde el punto de vista humano, que tanto el que estuvo en las islas como el que estuvo en el continente, ambos sufrieron lo mismo: el terror a la muerte, sin mencionar a una dictadura a la que no voy a avalar nunca.
Por eso, es importante señalar que esto no da para debatir –en el buen sentido del concepto- ciertas cosas...


sr. presidente fellner.- La Presidencia le ruega que vaya finalizando su exposición, señora diputada.


sra. MENDOZA, SANDRA MARCELA.- Ya concluyo señor presidente.
Debemos apoyar desde el Parlamento y seguir insistiendo –por la memoria de nuestros muertos- en que las Malvinas son argentinas. (Aplausos.)


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sr. SOLANAS, FERNANDO EZEQUIEL.- Señor presidente: en nombre del interbloque de Proyecto Sur brindo un apoyo decidido y caluroso a esta propuesta.
No quiero entrar en la cuestión, pero el tema Malvinas está íntimamente ligado con la recuperación del Atlántico Sur y con nuestras políticas de relaciones exteriores y de defensa, desde aquellos ignominiosos acuerdos de Madrid de 1989 y de Río de Janeiro de 1990.
Además, está la historia política de los últimos veinte años en relación con esta causa, que es sagrada y motivo de unidad para todos los argentinos y diputados que integran la Cámara.
Por lo tanto, es un tema enorme, pero creo que nos estamos yendo de la cuestión. Permanentemente escucho exposiciones como si estuviera en discusión la política nacional con respecto a Malvinas, como la política de recursos naturales, el petróleo, etcétera.
Tenemos muchísimas cosas para decir sobre todo esto. Estamos tan atrasados que los acuerdos de Lisboa de la Comunidad Económica Europea del 1º de diciembre de 2008 incluyeron a las islas Malvinas como territorio de la Unión Europea. Entonces, estamos muy atrasados y no podemos banalizar el debate o pasarlo de largo.
En consecuencia, propongo que aprobemos de una vez por todas esta declaración. Nosotros, como Proyecto Sur, hemos pedido preferencia para el expediente 0551-d-2010, que incluye un proyecto de ley sobre sanciones a sociedades o empresas que operan en la Argentina y tienen relación con la explotación petrolera en las islas Malvinas.
De lo que tengo miedo es de que si nos seguimos ocupando de esto –son las siete menos veinticinco de la tarde-, se nos escamoteará el tema central de la sesión de hoy, que es la consideración de los DNU, que están ligados fundamentalmente a la siniestra historia de la acumulación de deuda o el desarrollo con endeudamiento, más el arrastre de la mayor estafa que se ha cometido en la historia nacional. Tenemos que abrir estos temas, y no quiero que por rendir estos homenajes perdamos la ocasión de coronar esta primera sesión ordinaria.
Se trata de asuntos que no quiero subestimar, pero que no están en el orden del día; me refiero a la discusión de la política argentina con respecto a las Malvinas. En síntesis, damos todo nuestro apoyo a esta declaración y solicitamos que no nos explayemos en los homenajes, porque entonces estoy seguro de que hoy no trataremos el tema de los DNU.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por Chubut.


sr. PAIS, JUAN MARIO.- Señor presidente: en primer lugar, me hago eco de la preocupación del señor diputado preopinante. Como ha quedado acreditado expresamente en los dichos y en las votaciones que hemos efectuado al inicio de esta sesión, no me cabe duda de que existe la voluntad política de tratar el tema de los DNU.
Sin embargo, no es menos importante referirnos al tema que nos ocupa, el de las islas Malvinas, porque tenemos que asumir que la decisión británica, que ha sido repudiada en forma inédita por 32 países en virtud de una decidida intervención de la presidenta de la Nación y de la Cancillería, no es un asunto menor, sino algo que nos debe preocupar a todos, porque en definitiva se están vulnerando la decisión de las Naciones Unidas y nuestra soberanía.
Desde el advenimiento de la democracia, y nosotros creemos que fundamentalmente desde 2003 en adelante, la Argentina ha tenido una política exterior activa importante. Bien decía la señora diputada Calchaquí que el año pasado, en oportunidad de considerarse el último proyecto de ley sancionado en este recinto, definíamos los límites de la provincia más nueva de la República Argentina, y lo hacíamos incluyendo nuestro irredento territorio de las islas Malvinas.
Cuando hablamos de las políticas de Estado nos referimos a aquellas que son las más importantes y trascendentes de un gobierno. En ese sentido, debemos reivindicar a gobiernos anteriores, es decir, ya sea la presidencia de Menem, la de de la Rúa, las tres que tuvimos en una semana, la de Duhalde o la de Kirchner.
El año pasado, pese a los agoreros que pronosticaban el desastre y que estaban más interesados en que la Argentina no actuase conforme a su conveniencia, se logró presentar ante la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar la conclusión de los trabajos de la COPLA, la Comisión de la Plataforma Continental, que nos permiten reivindicar nuestra soberanía sobre estos territorios que hoy son materia de exploración y de un avance violatorio de la Convención de las Naciones Unidas por parte de Gran Bretaña.
Entonces, no es una cuestión menor que la actitud de esta potencia que ocupa parte de nuestro territorio vulnera el derecho internacional, la voluntad explícita de los países de Latinoamérica y el derecho positivo nacional.
Aun así, la Argentina, por sus vías diplomáticas en Naciones Unidas y por sus vías efectivas en cumplimiento de la Convención de los Derechos del Mar, y fundamentalmente por su derecho interno, debe seguir avanzando en la defensa de su soberanía y de sus recursos naturales.
Esta decisión del Reino Unido viola la ley 23.968, porque la Argentina ejerce la soberanía sobre los espacios de la plataforma continental que hemos reivindicado y que nos corresponde por la Convención de los Derechos del Mar, que también suscribió el Reino Unido. También viola la propia ley de hidrocarburos, que alguna vez podremos modificar, seguramente para mejorarla.
Esa ley de hidrocarburos expresamente nos da la propiedad de los recursos naturales que se encuentran en la plataforma continental. Hasta las 12 millas marinas esa propiedad será de la provincia de Tierra del Fuego, y a partir de dicha distancia, de la República Argentina. Esta es la situación de los espacios marinos en los cuales se encuentra explotando y explorando Gran Bretaña.
En función de ello, creemos que lo actuado por la Cancillería y el Poder Ejecutivo, y lo que está llevando a cabo el Congreso Nacional en esta instancia no es un tema menor; es acompañamiento permanente a la vocación de negociación pacífica para recuperar nuestros territorios, en contra de aquellos que privilegian sus intereses económicos y fundamentalmente de algunos que creen que defender las Malvinas significa distraernos. Defender nuestra soberanía es defender nuestro patrimonio nacional. (Aplausos.)

sr. presidente fellner.- Tiene la palabra la señora diputada por Tierra del Fuego.


sra. FADUL, LILIANA.- Señor presidente: como representante del pueblo de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur quiero expresar que el tema Malvinas tiene para mí –como seguramente para todos los señores diputados- un significado muy especial.
Más allá del sentimiento nacional tan profundo que todos los argentinos llevamos incorporado, me surgen recuerdos de momentos vividos en relación con la historia de Malvinas.
Recuerdo cuando hace ya muchos años –yo era chica- llegaba al puerto de Ushuaia el “Bahía Buen Suceso” con los ocupantes del DC-4 de Aerolíneas Argentinas desviado a las islas con el afán de sentar soberanía en el llamado Operativo Cóndor.
También afloran a mi memoria, y seguramente a la de otros tantos fueguinos y argentinos, los difíciles momentos de 1982, cuando en nuestra provincia se adoptó un sinfín de medidas preventivas, como el oscurecimiento, los aprestos militares, etcétera.
Asimismo, jamás olvidaré aquella jornada en la que aguardábamos angustiados el arribo de algunos amigos sobrevivientes del crucero “General Belgrano”.
Pero volviendo a estos tiempos, señor presidente, lo cierto es que desde mediados de 2009 los británicos han concretado acciones que sin duda agravian los intereses soberanos argentinos sobre nuestras islas Malvinas.
Hay una secuencia de hechos insoslayables. Sólo mencionaré tres: el emplazamiento en Malvinas de aviones de altísima tecnología, como los Typhoons; la protesta británica a la República Argentina por la sanción de la ley de límites que esta Cámara aprobó a fines del año pasado, y la llegada de la plataforma Ocean Guardian para iniciar la exploración de nuestros recursos naturales en Malvinas.
Por estos motivos, desde el bloque del Partido Federal Fueguino se presentaron algunas iniciativas, entre ellas un proyecto de ley concebido para sugerir soluciones en relación con el desarrollo estratégico de esta temática, que descuento será debida y ampliamente debatido por esta Cámara.
Asimismo, quiero mencionar lo ocurrido durante la cumbre del Grupo Río, a la que fuimos invitados todos los diputados de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Deseo destacarlo. No soy una diputada del oficialismo y allí estuvimos todos, porque Malvinas no es una causa de un partido político ni propiedad de nadie sino una causa nacional. Así fue entendido, y debo decir que escuché con gran beneplácito lo que dijeron en esa cumbre algunos presidentes de los países latinoamericanos y caribeños, en realidad todos, pero sólo mencionaré a dos de ellos.
Ya un señor diputado mencionó la encendida defensa de Lula cuando explicó claramente por qué entendía que las Malvinas eran argentinas y por qué respaldaba nuestra soberanía
También quiero destacar lo dicho allí por la entonces señora presidenta Bachelet cuando claramente y con su modo pausado de decir las cosas explicó que desde que es presidenta –así lo entendí yo planteaba cada año en el Comité de Descolonización el reclamo de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas.
Las dos declaraciones del Grupo Río fueron contundentes: el cumplimiento de la resolución 31/49 de Naciones Unidas y el reconocimiento no ya de la controversia entre Gran Bretaña y la República Argentina en materia de soberanía sino el respaldo de los legítimos derechos de nuestra República en esa disputa.
Días pasados leí en un diario nacional una entrevista de Hugo Alconada Mon a Guillermo Makin, quien en manifestaciones que comparto exponía: “La Argentina debe lograr que Chile, Uruguay y Brasil no les aporten suministros (...) a quienes arriben para las exploraciones petrolíferas.”
En congruencia con ese pensamiento es que en el día de la fecha he presentado un proyecto de resolución, que seguramente será debatido en las comisiones respectivas, por el que se solicita al Poder Ejecutivo que inste a los gobiernos del Mercado Común del Sur a que, en solidaridad con los derechos soberanos que nos asisten, se abstengan de brindar apoyo logístico y asistencia técnico operativa a los buques y aeronaves que tengan por objeto dar apoyo logístico a las empresas que realicen o pretendan realizar en el futuro acciones invocando ilegítimos derechos o permisos otorgados por una Nación que no sea la República Argentina.
En el entendimiento de que con acciones positivas en un marco de paz elegiremos, sin duda, el camino adecuado para recuperar definitivamente nuestras islas Malvinas, al igual que algunos colegas diputados no puedo dejar de rechazar de modo contundente y enérgico el accionar unilateral e ilegítimo de Gran Bretaña sobre las islas Malvinas y el Atlántico austral.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. WEST, MARIANO FEDERICO.- Señor presidente: brevemente quiero expresar el profundo sentimiento que despierta en nuestro pueblo la causa de Malvinas. Se trata de una causa regional en el marco del apoyo que consiguió nuestra presidenta en la Cumbre de América Latina y el Caribe.
Luego de semejante testimonio de todos los países de América Latina y el Caribe tuve la oportunidad de participar en representación de la República Argentina, junto con otros compañeros parlamentarios del Mercosur, en la sesión del 8 de marzo. Quiero comunicar al señor presidente y por su intermedio al cuerpo, que ese día se aprobó la declaración 2 del año 2010, cuya inclusión solicito con carácter de antecedente del tema que estamos considerando en el día de hoy.
Daré lectura de los cuatro puntos de la declaración del Parlamento del Mercosur, que son muy cortos.

-- Ocupa la Presidencia la señora vicepresidenta 2ª de la Honorable Cámara, doña Patricia Susana Fadel.


sr. WEST, MARIANO FEDERICO.- Dicho Parlamento declara: “1. Su enérgico rechazo a la decisión unilateral del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de pretender autorizar la exploración y explotación hidrocarburífera en áreas de la plataforma continental circundante a las Islas Malvinas.
“2. Su decisión de instar al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a cesar de inmediato ésta o cualquier otra acción unilateral similar.
“3. Su intención de hacer llegar esta declaración a todos los foros y organismos internacionales que correspondan a los efectos de promover por parte de los mismos el repudio a estas acciones unilaterales e ilegítimas.
“4. La necesidad de que todos los países hermanos de la región acompañen a la República Argentina, adoptando medidas tendientes a no cooperar con las tareas de exploración y explotación anunciadas por las empresas británicas.”
Pido que esto, señora presidenta –la felicito por estar ahí sentada... (Aplausos.) ...se agregue al temario y a los antecedentes de lo que estamos tratando. (Aplausos.)


sra. presidenta fadel.- Así se hará, señor diputado.
Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. PEREZ, ADRIAN.- Señora presidenta: seré muy breve porque creo que en este tema todos los bloques tenemos plena coincidencia respecto de tres cuestiones. En primer lugar, existe coincidencia respecto del legítimo reclamo de soberanía de la República Argentina sobre las islas Malvinas.
En segundo término, hay coincidencia en la consideración de la ocupación británica como una ocupación claramente ilegítima. Y en tercer lugar todos coincidimos en que ha habido un pronunciamiento de las Naciones Unidas muy claro respecto de esta cuestión, porque varias resoluciones de ese organismo señalan que existe un conflicto y que ante la existencia de algún conflicto está vedada cualquier acción unilateral por parte de los países, y por lo tanto, la acción unilateral de Gran Bretaña de avanzar en la exploración y explotación de hidrocarburos en la zona de conflicto, sobre la cual seguimos reclamando soberanía, es una acción abiertamente violatoria de la resolución de las Naciones Unidas.
En el mismo sentido, quiero señalar nuestra coincidencia respecto de las dos acciones llevadas a cabo por la Cancillería: la primera es la protesta inmediata ante el avance de Gran Bretaña en materia de exploración de hidrocarburos y la segunda es la acción llevada adelante con los otros países.
Por cierto, hubo una rápida reacción de los países de la región, que se pronunciaron a favor de la pronta reanudación de las negociaciones a efectos de recuperar la soberanía de la Argentina sobre su archipiélago. Ambas acciones fueron absolutamente correctas.
Dicho esto, y también que hay plena coincidencia, quiero por lo menos no contestar pero sí hacer alguna referencia respecto de lo planteado por algún diputado del Frente para la Victoria, más allá de que haya sido un planteo respetuoso. Efectivamente, hubo legisladores de la Argentina que realizamos un viaje a Gran Bretaña, pero fue previamente a la protesta, porque tuvo lugar unos días antes. Se trató de una delegación de legisladores de distintos partidos políticos. Fueron diputados de varios bloques, incluido el Frente para la Victoria; había una legisladora provincial del Frente para la Victoria.
El motivo del viaje tenía relación con temas tales como el funcionamiento parlamentario, el sistema de auditoría y el seguro de desempleo, pero más allá de eso, y no siendo el tema de la cuestión la situación de las islas Malvinas, obviamente en aquellas reuniones surgió este tema y toda la delegación presentó un planteo unánime, que es el planteo histórico de reclamo que venimos haciendo sobre la soberanía de las islas Malvinas.

-- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Eduardo Alfredo Fellner.


sr. PEREZ, ADRIAN.- A efectos de informar acerca de dicho viaje, quiero decir que la primera reunión que tuvimos en Gran Bretaña fue con los representantes de la embajada argentina en ese país. Aclaro esto porque efectivamente
desde hace tiempo no hay embajador designado en ese país, pero sí nos reunimos con la gente de Cancillería, que estaba informada del viaje, y nos hicieron conocer la posición del Reino Unido, la cual replicamos en las pocas reuniones en las cuales se trató el tema Malvinas.
Esto lo quería aclarar porque es bueno no buscar diferencias en un tema donde no hay diferencias. Más allá de insistir que ha sido planteado con respeto quería hacer la aclaración. Lo importante acá es que hay unanimidad de criterios, y ésta está planteada por el rechazo y por el planteo que lleva adelante la Comisión de Relaciones Exteriores, que está apoyado por todos los bloques.
También me ha tocado participar de la reunión de Parlasur, donde efectivamente todos los países integrantes de este organismo han ratificado la posición que recientemente ha planteado y señalado el señor diputado West.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. SOLA, FELIPE CARLOS.- Señor presidente: en homenaje a la brevedad y a que comparto cuál es el centro de la cuestión de esta sesión no voy a extenderme en el uso de la palabra. Solamente quiero decir que este tema no nos debe desunir. Hoy, no se discute aquí la política exterior argentina, y por el contrario esto nos debe unir más que nunca.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. KUNKEL, CARLOS MIGUEL.- Señor presidente: sin ánimo de contradecir al presidente del bloque de la Coalición Cívica quiero decir que ningún diputado nacional del peronismo concurrió, pero esto no invalida ni desmerece que hayan concurrido los legisladores de ese bloque. Quiero solamente decir que de los diputados nacionales del peronismo no concurrió nadie.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.


sr. PEREZ, ADRIAN.- Me refería a un diputado provincial del Frente para la Victoria.


sr. presidente fellner.- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sra. BERTOL, PAULA MARIA.- Señor presidente: solicito autorización para insertar en el Diario de Sesiones el discurso que pensaba pronunciar sobre este tema.


sr. presidente fellner.- Si hay asentimiento de la Cámara se va a proceder a insertar los discursos y también a incorporar el expediente 0527-d-2010, conforme lo solicitado por el señor diputado Basteiro. También se hará la inserción del documento del Mercosur solicitada por el señor diputado West.

-- Asentimiento.


sr. presidente fellner.- Se procederá en consecuencia.
Se va a votar.

-- Resulta afirmativa.


sr. presidente fellner.- Queda sancionado el proyecto de declaración.
Se deja constancia de que el proyecto ha sido aprobado por unanimidad.
Se harán las comunicaciones correspondientes. (Aplausos.)

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