Período 129º - Reunión 1º - Sesión Ordinaria - 16 de marzo de 2011
Sr. Presidente (Aguad).- Corresponde considerar el proyecto de declaración por el que se expresa la solidaridad del pueblo argentino ante el dolor del pueblo japonés, a raíz del devastador fenómeno del que ha sido víctima el día 11 de marzo de 2011 (expedientes 679-D.-2011; 594-D.-2011; 599-D.-2011; 605-D.-2011; 606-D.-2011; 608-D.-2011; 637-D.-2011; 794-D.-2011; 818-D.-2011; 843-D.-2011 y 868-D.-2011.
Tiene la palabra la señora diputada por Chaco.
Sra. Terada.- Señor presidente: como diputada de la Nación, presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad con Japón y descendiente de japoneses solicito al cuerpo la aprobación de esta resolución por la que se expresa solidaridad y acompañamiento al pueblo japonés por las últimas catástrofes sufridas a raíz del terremoto y tsunami que asolaron a Japón desde el viernes 11 de marzo.
Fíjense qué paradoja: el único pueblo del mundo que sufrió dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, hoy con la memoria aún fresca y a sesenta y seis años de dicho acontecimiento, nos encontramos ante una alerta nuclear que pone en peligro no sólo la vida del pueblo japonés sino también de varias ciudades aledañas. Este hecho merece una reflexión profunda.
Por otro lado, me gustaría hacer algún comentario respecto de lo que destacaron algunos medios y algunas personas en el sentido de que el pueblo japonés sufre esta tragedia sin lágrimas ni sentimientos. El pueblo japonés por su idiosincrasia, ante situaciones de crisis o límite, busca la serenidad necesaria para afrontar dicha situación, y entiende que tanto las obligaciones como el valor de los derechos de los semejantes son importantes.
Quería hacer esta aclaración porque de lo contrario parecería que es un pueblo insensible, y no es así. La procesión va por dentro, pero la obligación y la tenacidad del pueblo están por encima de todo.
También deseo destacar la situación de ciudadanos argentinos que por falta de trabajo en nuestro país han tenido que emigrar y hoy están viviendo en la ciudad de Tokio y sus alrededores, algunos de los cuales son familiares. Por este motivo, conocemos la situación angustiante que están viviendo ellos. Concretamente solicitan una respuesta por parte de la Cancillería argentina y del Ministerio de Relaciones Exteriores, del mismo modo que otras embajadas como la de México está brindando respuesta inmediata a sus ciudadanos, haciéndolos regresar, facilitándoles los pasajes y el transporte necesarios, para poner a salvo sus vidas y las de sus familiares.
Hoy, me he comunicado con la Cancillería argentina y me dijeron que lamentablemente todavía no tenían en vista una solución a esto que ya es acuciante.
Desde la embajada japonesa se ha canalizado toda la ayuda a través de la Cruz Roja Internacional y se ha habilitado una cuenta en la sucursal Congreso del Banco de la Nación Argentina para que desde aquel organismo se puedan enviar inmediatamente esos fondos a la Cruz Roja japonesa, que ya se encuentra prestando ayuda.
Todas las imágenes que transmitieron los medios son realmente muy fuertes y nos han llevado a reflexionar en primer lugar sobre el uso de la energía nuclear, aun con fines pacíficos. Hoy existe un alerta nuclear porque todas las estaciones nucleares de Fukushima están en una seria crisis. Opino que esto merece una reflexión sobre qué hacemos con la naturaleza y de qué manera ésta responde. Un proverbio oriental dice que Dios o el universo siempre perdonan, el hombre a veces, y la naturaleza nunca. Esto debe hacernos reflexionar también en nuestro país respecto de cómo manejamos nuestros recursos naturales, porque todo esto que hoy sucede en Japón es un ejemplo más de que cuando el hombre desafía a la naturaleza, ella nos castiga con esta fuerza.
Por lo expuesto, solicito a la Cámara de Diputados la aprobación de esta resolución que expresa nuestra solidaridad y acompañamiento, instando a prestar toda la ayuda humanitaria necesaria que el pueblo japonés hoy requiere. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Aguad).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Atanasof.- Señor presidente: frente a estos momentos difíciles, duros y dramáticos por los que está atravesando el querido pueblo japonés, desde el bloque del Peronismo Federal presentamos uno de los proyectos que se están considerando. En él expresamos nuestro más sentido pesar por estos terribles hechos ocurridos y toda la solidaridad en estas horas de desasosiego y dolor que están atravesando los japoneses.
Sentimos como propio el padecimiento que está viviendo este país amigo, con el que iniciamos nuestras relaciones diplomáticas en 1899, con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. Son más de 113 años que nos unen y hermanan en distintos campos: científico, tecnológico, empresarial, político -fundamentalmente parlamentario- y también afectivo con el pueblo japonés.
En estos 113 años, decenas de parlamentarios japoneses han visitado esta casa y muchos legisladores argentinos los han visitado a ellos, por lo que estamos orgullosos de haber llevado adelante esta confraternidad.
En junio del año pasado logramos constituir el Grupo Parlamentario de Amistad con Japón, que preside la diputada Terada, quien me precedió en el uso de la palabra, y que está integrado por casi todos los bloques políticos de este Parlamento. Allí se ha desarrollado una intensa actividad en materia de cooperación.
Japón es un país que tiene una agencia específica de cooperación, que en reiteradas oportunidades ha cooperado con los argentinos en momentos difíciles, y también cuando no lo eran.
En este año, luego de la conformación del Grupo Parlamentario de Amistad, se ha recibido una cantidad importante de donaciones sobre todo para el sector social y para la ayuda social.
Con Japón tenemos un comercio bilateral que básicamente guarda una relación de complementariedad. Japón importa desde Argentina cereales, pescado y mariscos. Y nosotros le compramos equipamiento tecnológico, máquinas, automóviles y ellos son importantes inversores en el campo de la pesca y básicamente de la industria automotriz.
Desde el bloque del Peronismo Federal quisiera decir que nosotros no tenemos duda alguna de que este pueblo japonés, que se ha caracterizado por su laboriosidad y por su pujanza, que históricamente lo ha demostrado frente a las adversidades que han tenido, esta vez logrará reponerse y seguramente resurgirá con mayor fuerza de este desastre por el que está atravesando hoy.
Desde la distancia geográfica entonces pero a su vez desde la mayor cercanía emocional, nosotros le brindamos nuestra mano amiga y solidaria en forma incondicional. Por supuesto solicito también en nombre del bloque del Peronismo Federal que apoyemos este proyecto de resolución y que fortalezcamos aun más esta relación de cooperación y de amistad que tenemos con el pueblo japonés. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Aguad).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sra. Carrió.- Señor presidente: me pareció importante decir algunas palabras. En realidad creo que toda la humanidad está consternada o al menos muchos sentimos que no sólo se trata del Japón o de los hermanos japoneses sino que es la humanidad misma la que está llorando hoy.
Pero sí caben dos reflexiones y me parece que es un tiempo donde la humanidad debe poder leer los signos. Lo que sucedió en Haití, lo que sucedió en Chile y ahora en Japón y lo que va a seguir sucediendo según todos los datos científicos y todas las previsiones, la situación de Groenlandia, la de la costa este, exigen no sólo de la política sino de todos los ciudadanos del mundo una reflexión profunda acerca de la época.
Yo estaba leyendo a Jung, porque ustedes saben que él es un pensador discípulo de Freud, un psicoanalista de la misma época, quien discutió con Freud lo siguiente: para Freud había una psiquis sin alma y en consecuencia la principal tesis derivada de la pulsión sexual. Jung discutió eso, diciendo que el espíritu existe, que el alma existe, y en consecuencia va a hacer todo un relato, estudiando mucho la sabiduría antigua, la sabiduría oriental, porque se resiste a la prepotencia occidental de creer como espíritu de época que hay una sola razón, que la razón científica es superior a otras formas de conocimiento, que la tecnología es superior incluso a la condición humana. Entonces vuelve a Confucio que hablaba de tres virtudes en la condición humana: la primera el coraje, la segunda la humanidad, la humanidad como empatía, no el pueblo, la Nación, el Estado, el pueblo, la parroquia sino la humanidad.
Cada vez que muere un hombre mueren al mismo tiempo de alguna manera todos los hombres. Y por último la sabiduría, y la sabiduría era poder tener el discernimiento y la reflexión necesarios para saber vivir, construir y entender que no somos “nosotros y la naturaleza”, sino “naturaleza”. Entonces, por esa misma humanidad, o la respetamos o nos destruimos.
La señora diputada Alicia Terada habló de una paradoja. Los señores diputados saben que la conozco porque fuimos amigas y compañeras de estudio en la facultad; en aquella época Alicia, que es una budista practicante, siempre me hablaba de la necesidad de conocer otras culturas y de lo que aportaba la oriental.
Lamentablemente no sólo a Japón, país agredido por uno de los grandes avances de la ciencia, se aplica esta paradoja. Los Estados Unidos, la razón abstracta y la tecnología al servicio de la guerra generaron el antecedente de Hiroshima. Esa misma invención, esa tecnología aplicada con fines pacíficos -en este caso para la generación de energía en una isla como Japón-, hoy se convierten en Hiroshima.
En consecuencia, la tecnología no puede ser neutral en el mundo. En una interpretación correcta del “Guernica” de Picasso, obra histórica del siglo XX inspirada en el bombardeo nazi a esa ciudad en defensa de Franco durante la Guerra Civil Española -que ha vuelto a ser exhibida en España después de estar en Nueva York-, podemos decir que cuando la técnica y la ciencia se ponen exclusivamente al servicio del poder, la humanidad y la naturaleza están en crisis.
Lo que ha quedado demostrado con claridad meridiana luego de lo ocurrido con la tercera economía del mundo, que ha experimentado un avance tecnológico notable y tiene un pueblo extraordinario -que saldrá de esta situación como ya lo ha hecho después de Hiroshima-, es la infinitud de la debilidad de la condición humana y la imbecilidad de la lógica de quienes creen que el poder y el dinero son el sentido de la vida.
A esos imbéciles y prepotentes, no sólo la naturaleza sino también el espíritu les piden que miren los signos de los tiempos, porque, en realidad, la humanidad no es nada si no se pone al servicio de la verdad, la justicia y el respeto al medio ambiente. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Aguad).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Katz.- Señor presidente: brevemente deseo expresar el apoyo del bloque de la Unión Cívica Radical a este proyecto de declaración.
Se acaba de explicar con mucha justeza lo que durante las últimas horas ha debido ver la humanidad, que como nunca nos ha colocado frente a la verdadera dimensión del género humano ante la naturaleza.
La señora diputada Carrió mencionó a Confucio, quien decía que la naturaleza es la que nos hace iguales a los hombres, y que la educación y la cultura son las que nos tornan diferentes. Lamentablemente, el drama encarnado en las fuerzas de la naturaleza ha hecho iguales a ricos, poderosos, pobres, hombres, mujeres, niños y ancianos. Con muchísimo dolor hemos visto a la gente perder a sus seres queridos, a sus familiares, a sus afectos. Pudieron salvar su propia vida y la de sus familiares, pero han perdido todo registro de su historia. Quienes han sufrido una inundación o un incendio saben lo que significa perder sus fotos, el registro de la historia de una vida.
Hemos visto gente que ha perdido el fruto de años de esfuerzos y sacrificios en horas. Hemos visto mucha gente que ha perdido definitivamente su lugar en el mundo.
Superado el instante inicial, como bien dijo la señora diputada Terada, vimos la continuidad del drama y la angustia a partir de una crisis que no hay dinero que pueda paliar; crisis de abastecimiento de cuestiones elementales; crisis en todo un sistema de comunicaciones; una situación sanitaria angustiante y también la crisis de las centrales atómicas con esa amenaza y llamado generalizado a la reflexión.
Frente a semejante demostración de fuerza realmente es muy difícil pensar qué decir. Frente a tanto dolor, ¿qué puede uno decir?
Me quiero detener un segundo en lo que con mucho orgullo y convicción dijo la señora diputada Terada. En mi ciudad he tenido la posibilidad de trabajar profesionalmente con la JICA, que es la agencia de cooperación internacional de Japón, y participé en la construcción de la Escuela Nacional de Pesca y del actual edificio del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero. En esa oportunidad he trabajado con decenas de profesionales japoneses destinados a nuestro país a través de la JICA y puedo decir que no son insensibles ni ajenos a las cuestiones humanas. Son un formidable ejemplo de organización, disciplina y solidaridad positiva entre ellos.
Realmente conmueve ver cómo en semejante drama priman la disciplina, el orden y la solidaridad bien entendida. A pesar de la angustia que estaban viviendo miles y miles de japoneses, podíamos verlos en orden haciendo cola para hablar por teléfono para avisar a sus familiares que estaban bien. En medio de ese drama se pueden ver cosas que debemos aprender de nuestros hermanos japoneses.
Desde el bloque de la Unión Cívica Radical queremos expresar nuestras condolencias al pueblo japonés y sus autoridades, y por supuesto pedimos a nuestro gobierno que haga todos los esfuerzos posibles para que la ayuda oficial y humanitaria llegue en tiempo y forma, tal cual lo está reclamando el pueblo japonés. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Aguad).- Tiene la palabra el señor diputado por Santiago del Estero.
Sr. Oliva.- Señor presidente: en nombre de nuestro bloque queremos expresar el acompañamiento al proyecto en tratamiento.
En homenaje a las miles de víctimas del pueblo japonés, hombres, mujeres y niños que han perdido la vida, solicito que este Parlamento brinde su homenaje mediante un minuto de silencio en el momento que el señor presidente considere oportuno.
Sr. Presidente (Aguad).- Tiene la palabra el señor diputado por San Juan.
Sr. Godoy.- Señor presidente: en nombre del bloque del Frente para la Victoria adhiero al proyecto de declaración en consideración, que seguramente vamos a votar por unanimidad en esta Cámara, expresando nuestra más sincera solidaridad al pueblo japonés y nuestra mejor predisposición para colaborar ante el drama y tragedia que vive ese pueblo.
Nuestro gobierno, en la figura de la presidenta de la Nación, se comunicó con el primer ministro de Japón para transmitirle la solidaridad del pueblo argentino. Una delegación de Cascos Blancos, hombres especializados en estos temas, está trabajando en territorio japonés.
Nos impresiona mucho ver por televisión esas escenas que parecen imágenes de una película de ciencia ficción. Como sanjuaninos estamos acostumbrados a estas tragedias. Nosotros en 1944 sufrimos un terremoto en la provincia de San Juan, y fue la mayor catástrofe que tuvo la Argentina, porque fallecieron alrededor de diez mil personas. La provincia quedó prácticamente destruida y a partir de allí se inició un proceso de reconstrucción, que se alcanzó gracias al esfuerzo de los sanjuaninos. Se trabajó, fundamentalmente, en prever futuros terremotos. Las construcciones cambiaron y se fue generando una cultura antisísmica en la sociedad, que vive pensando que en cualquier momento la tierra puede moverse y generar tragedias como la de Japón.
También esto nos brinda una enseñanza. A pesar de la tecnología y de ser el tercer país en el mundo, cuando la naturaleza reacciona de una manera, no hay forma de impedir las consecuencias de las catástrofes.
Nosotros manifestamos la mayor solidaridad y predisposición del pueblo y del gobierno argentino para colaborar ante el mal momento que están pasando nuestros hermanos japoneses.
Sr. Presidente (Aguad).- Por Secretaría se dará lectura del proyecto de declaración.
Sr. Secretario (Hidalgo).- Dice así: “La Cámara de Diputados de la Nación declara: Expresar la solidaridad del pueblo argentino con el dolor del pueblo japonés como consecuencia del devastador fenómeno del que han sido víctimas el día 11 de marzo de 2011 y sus consecuencias.”
Sr. Presidente (Aguad).- Se va a votar.
- Resulta afirmativa.
Sr. Presidente (Aguad).- Queda sancionado por unanimidad el proyecto de declaración.
De acuerdo con lo solicitado por el señor diputado Oliva, invito a la Honorable Cámara y al público asistente a ponerse de pie a fin de guardar un minuto de silencio.
- Puestos de pie, los señores diputados y el público asistente guardan un minuto de silencio en homenaje a la memoria de las víctimas del Pueblo japonés.
- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Eduardo Alfredo Fellner.
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